Los domingos 3º, 4º y 5º forman una unidad dentro de la Cuaresma, sus evangelios de los capítulos 4, 6 y 11 de Juan son unas catequesis bautismales desde sus símbolos del agua, la luz y la vida.
Del evangelio de este domingo se puede proclamar un versión litúrgica breve.
El relato presenta una íntima amistad entre Jesús y un grupo de hermanos, que puede ser una parábola de las relaciones del Señor con la Iglesia: "Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro". Jesús llegará a conmoverse hasta las lágrimas (v. 35).
El acontecimiento, según Jesús, manifiesta la gloria de Dios. Lo repite dos veces (vv. 4 y 40).
Para ello es necesario la fe en Él, que reclama a las hermanas (vv. 26 y 43). Ello lleva a una declaración de fe ejemplar, un versículo central en esta capítulo: "Yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo".
Así, el creyente alcanza la vida eterna: "El que cree en mí, no morirá para siempre"
La re-vivificación de Lázaro es signo de ello, pues vuelve a la vida a pesar de que su muerte era ya definitiva, pues habían pasado tres días, dato en el que se insiste (vv 17 y 39), gracias a la palabra de Jesús.
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