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25 de Julio: Santiago Apóstol Mt 20, 20-28

En España se interrumpe la lectura dominical por la fiesta de su patrón, Santiago Apóstol, con un evangelio que no está previsto para los domingos.
El relato de Mateo está ya avanzado. En el siguiente capítulo Jesús hace su entrada en Jerusalén (domingo de Ramos).
En la perícopa anterior, ha anunciado a los Doce por tercera y última vez su pasión, muerte y resurrección en esa ciudad. En este contexto, la madre de este Santiago Apóstol y de su hermano Juan el evangelista, intenta "colocar" a sus hijos en los puestos claves en el reino de Jesús (se sentarán uno a tu derecha y otro a tu izquierda). Los diez discípulos restantes se enojaron con estos hermanos por los manejos de su madre, que les hubiese relegado a puestos inferiores. (ver paralelo en Marcos)
La situación es dramática: mientras Jesús les previene que va a ser matado, ellos luchan por tener un buen puesto de gobierno en su reino.
Jesús concibe su vida como servicio a los demás, lo que implicar dar su vida (beber el cáliz) para rescatar a todos ("por muchos" equivale a todos) de la muerte. Ser rey (jefe/primero/grande) en el Reino del Padre es vivir así, como servidor (último/esclavo).
Los Doce, en otro planteamiento de vida completamente distinto, buscan ser grandes y ser servidos (oprimir/tiranizar) como personas influyentes (la tentación que Jesús rechazó al principio del evangelio: Sólo a Dios servirás - 4, 8-10), y para conseguir ese fin están dispuesto a lo que sea (a beber del caliz). Como en los reinos que no son del Padre.
[En ciertos códices, tras la expresión "beber del caliz" se añade "y ser bautizados con el bautimo con que yo soy bautizado", de significado semejante]

En su intento de que no le identifiquen otro de los tantos reyes terrenal, se refiere a sí mismo como "Hijo del Hombre" (ver significado).

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